Por: Maria Claudia Rojas Motta*
El conflicto armado en nuestro país ha representado barbarie, desigualdad, violencia y abuso que han dejado fuertes y desgarradoras consecuencias, las cuales han marcado traumáticamente a varias generaciones, por no decir a toda una sociedad. Esto ha sido visto en distintas partes del conflicto, dado que la población expuesta se ha enfrentado a varias violaciones al DIH, tales como homicidios, desapariciones forzadas, violencia sexual, secuestros, malos tratos físicos o psicológicos por no mencionar más.
Conviene destacar que, más de cincuenta años de violencia en el país ha permitido identificar distintas problemáticas de profundidad, las cuales han sido atendidas parcialmente y el Estado como garante de derechos a fallado en la ejecución del mismo. Es así que, en el análisis diferencial y en la aplicación del enfoque de género para la atención de la mujer víctima del conflicto armado se ha evidenciado notoriamente problemáticas institucionales que dificultan la implementación acertada de la misma.
A pesar de que la población femenina ha conseguido revindicar su papel en distintas esferas públicas y privadas del Estado, implementando políticas públicas que atienda las realidades de las mujeres en la sociedad, la desigualdad entre géneros sigue siendo el factor común que evidencia la falta de esfuerzos generales que permita reivindicar a esta población.
Ahora bien, para profundizar mejor en lo que he mencionado, las mujeres que han hecho parte del conflicto armado se han visto condicionadas a las dinámicas del poder y las relaciones del mismo, atribuidas a las concepciones y estereotipos tradicionales de que los hombres o el género masculino tiene posiciones dominantes en las estructuras de guerra y por otro lado, las mujeres han estado en posiciones de subordinación, ya sea como reclutada o victima directa de la violencia.
Por su condición, la mujer ha sido objeto de destinos vejámenes sexuales o riesgos en particular que han afectado su integridad, también han sido hijas, madres, hermanas de asesinados, desaparecidos, víctimas de actos de violencia sexual, esclavizadas por parte de distintos grupos armados para ejercer labores domésticas o roles considerados “femeninos” por las posiciones de poder; estas dinámicas de conflicto, han generado desplazamientos desproporcionado a las ciudades (Garcia & Cotes, 2019).
Por esta razón es necesario seguir desarrollando estrategias eficaces que permita comprender la realidad de conflicto y el papel de la mujer en el mismo. De acuerdo a la Consejería de DDHH de la presidencia de la república, el enfoque de género es visto de la siguiente manera:
Es una categoría de análisis que permite evidenciar cómo los valores, actitudes y normas que conforman los géneros obedece a una construcción social y no biológica que repercute en los comportamientos e imaginarios adscritos a una sociedad patriarcal, en la que las formas binarias hombres/mujeres, masculino/ femenino, se encuentran en desigualdad e inequidad (pg,7).
Por lo anterior, el EG funciona como una herramienta que permite evidenciar las situaciones de desigualdad que afligen a las mujeres y hombres, destacando sus diferencias, pero no reforzando los estereotipos típicos que los condicionan en la sociedad. Para el caso que mencionamos, esta herramienta funciona determinante en los procesos judiciales para distinguir la opresión en distintas categorías de raza, etnia, condición social, edad, ubicación geográfica y orientación sexual garantizando un análisis correcto y que permita desarrollar una estrategia que reconozca experiencias y preocupaciones del Ser afectado.
Para el caso colombiano, se ha desarrollado distintas leyes, las cuales son de orden constitucional a partir del artículo 93 de la constitución colombiana la cual se encuentra articulada con distintas convenciones internacionales que otorga obligatoriedad en el cumplimento del mismo.
¿Por qué es necesario reforzar el Enfoque de Género en la implementación del acuerdo de paz y posconflicto?
Para el caso concreto del enfoque de género en el posconflicto, se hace análisis previo a situaciones donde la mujer, ha sido víctima directa o indirecta de la violencia. Desde entonces, el reconocimiento de situaciones de inflexión en el conflicto, ya sean abusos, secuestros masivos, reclutamientos o masacres, son factores determinantes para el acercamiento a las víctimas, lo cual permite comprender objetivamente las realidades personales y así buscar los métodos adecuados en cada caso.
Ciertamente, en el establecimiento del Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz Estable y duradera entre el Gobierno Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se promulgó que, el enfoque de género es un pilar primordial que permite orientar completamente hacia la paz duradera, aquí, se resalta la participación activa de todas las mujeres, en especial las mujeres víctimas del conflicto en la construcción de paz, también, se busca cambiar los discursos dominantes, donde la mujer solamente tiene un rol de madre, hija o cuidadora, por discursos donde la mujer tiene un papel esencial en la construcción de paz.
Sin embargo, lo anterior ha permitido que el país identifique la importancia de la aplicación del enfoque de género, puesto que las mujeres de distintas edades de zonas donde solo existe el imaginario estatal siguen siendo utilizadas por actores armados ilegales, para ser combatidos como “maquinas” de guerra. El gobierno actual no reconoce o mucho menos garantiza el derecho a las mujeres, hombres o población LGTIBQ+ que siguen siendo afectados por la violencia, inseguridad e impunidad.
Finalmente, el Estado, en especial el gobierno, debe seguir trabajando en la elaboración de políticas públicas que sean efectivas para todo el territorio nacional, donde se incluya a toda la población afectada, además, garantizar la implementación de acuerdo final de paz, donde se especifica la importancia del enfoque de género para lograr equidad e igualdad entre la población, también proteger a mujeres líderes, defensores de derechos humanos y líderes LBTIQ que se encuentran amenazados por grupos armados ilegales.
*Profesional en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada, con experiencia en apoyo a la elaboración del Planes de desarrollo municipal del departamento del Huila, Asesoría Y apoyo a la elaboración del de Plan Integral de Desarrollo agropecuario y rural con enfoque territorial del Departamento de Caquetá y Estructuradora de planes de negocio en municipios PDET en el departamento de Cauca y Caquetá con el Ministerio de Agricultura
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BIBLIOGRAFÍA
Consejería presidencial para los derechos humanos. (2017). Derechos humanos y violencias de género en el conflicto armado colombiano. Bogotá. Obtenido de http://www.derechoshumanos.gov.co/observatorio/publicaciones/Documents/2017/170213-violencia%20genero-web.pdf
Garcia, A., & Cotes, K. (20 de Diciembre de 2019). El enfoque de género y la Ley 1448 en Colombia. The Scientific Electronic Library Online. Obtenido de http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1984-02922019000600228
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